Cronicas de un forastero

Historias de un aventurero de la vida. Aca se tocan temas relacionados a nuestra sociedad, la cultura y la politica.

Wednesday, May 17, 2006


IZTAPALAPA PRESENTE

En mi última visita a Los Ángeles, tuve la oportunidad de participar en un evento organizado por la alcaldía de aquella ciudad. Dicho evento llamado “Big Sunday” fue organizado con el fin de conmemorar la ya famosa fiesta del Cinco de Mayo.

El festival fue todo un acontecimiento para mí, más allá de que este haya tenido una gran concurrencia de mexicanos, y de que estuviéramos festejando un hecho de nuestra historia nacional en tierras extranjeras, lo que más me sorprendió fue la realidad que ya impera en aquella ciudad de la Unión Americana.

Desde que llegue temprano en la mañana sentí como si estuviera en Iztapalapa o Ciudad Neza, el famoso McArthur Park situado en el centro de la ciudad, se había convertido en un estadio de fut bol llanero, donde varios equipos de “compas” se batían en el campo terroso y pelón como en los grandiosos coliseos deportivos que tenemos en los distintos barrios de la Ciudad de México.

Los uniformes eran copia exacta de los uniformes de los equipos llaneros en México, shorts blancos con medias negras y con camisetas del Zapotlanejo o del Sporting de Zitacuaro.

El ambiente era de fiesta, familias sentadas alrededor de la cancha, equipos esperando su turno, música grupera de fondo, chamacos corriendo por todas partes, puestos de comida mexicana vendiendo a toda su capacidad, los mariachis afinando sus instrumentos, y los mexicanos estaban ahí en todo su esplendor, disfrutando de un domingo de fiesta y en familia, a pesar de los sacrificios que hacen durante toda la semana, se encontraba ahí reunidos, compartiendo un poco de patria.

El festival comenzó a las 10:00 a.m. con un discurso pronunciado por Antonio Villarraigosa, Alcalde de Los Ángeles y luego fue secundado por varios grupos de música norteña, de banda, de salsa, y por supuesto de mariachis. Debo confesar que jamás me sentí en Estados Unidos, nunca escuche ninguna palabra en ingles, lo único que me hacia recordar que estaba en Gringolandia eran los edificios alrededor y varios policías que estaban vigilando de manera muy celosa el festival, cabe destacar que dichos policías eran todos anglosajones, cuando dentro de esa corporación hay una gran cantidad de latinos.

El día se desarrollo sin contratiempos, música mexicana durante 9 horas sin parar, mariachis, bailes, comida poblana, yucateca, y de varias partes de nuestro país, fut bol , todo un típico domingo al mero estilo mexicano, hasta me encontré a unos cuates acabados de llegar de la ciudad de México, que no dejaban de gritar a cada rato, Iztapalapa presente!!!!!.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home