DE VUELTA AL PERU


Hace un mes, fui enviado por tercera ocasión al Perú, debo confesar que en esta ocasión mi viaje tuvo un elemento especial, ya que me encontraba a unos días antes de que se llevaran a cabo elecciones en aquel país andino.

El ambiente que imperaba en Lima era de cierto nerviosismo, toda la gente no hacia mas que hablar del proceso electoral que definirá el futuro de aquella nación, la cual se ha visto afectada en los últimos 15 años por diversos cambios políticos y por una devastadora guerra en contra de movimientos subversivos encabezados por Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru, grupos que hoy en día están extintos pero que dejaron una profunda huella.

La sociedad peruana al igual que la mexicana se destaca por tener grandes contrastes sociales, pero a diferencia de México estos contrastes han llegado a generar una polarización social profunda, la cual ha sido capitalizada por el candidato del Partido Nacionalista Peruano, Ollanta Humala, quien fuera teniente coronel del ejercito peruano.

El padre de Ollanta Humala es el ideólogo fundador del llamado etnocacerismo, una doctrina ultranacionalista que exalta el pasado incaico.

Los hermanos de Ollanta: Antauro y Ulises, además de su padre Isaac, dicen buscar instaurar en su país un gobierno "nacionalista con plena inclusión social" en donde el poder tiene que ser ejercido por mestizos e indígenas que son la mayoría de la población peruana y los tradicionalmente marginados.

Por otro lado, la candidata del partido de derecha, Alianza Unidad Nacional, Lourdes Flores, quien era la favorita dentro de la clase media y alta, propugnaba por seguir con las políticas neoliberales y por la promoción de inversiones extranjeras, buscando continuar con las políticas económicas ejercidas por el actual Presidente Alejandro Toledo.

El tercero en discordia es el legendario ex Presidente del Perú y candidato del histórico partido APRA, Alan García, quien se consolido en la historia nacional como uno de los peores presidentes de aquel país, llevando al Perú durante su administración a tasas de hiperinflación de 2,178% , cambiando dos veces de moneda y siendo acusado de corrupción.

Recuerdo que en las conversaciones que sostuve con gente de la clase media, expresaban un gran temor de que Lourdes Flores no ganara las elecciones y peor aun hablaban de una catástrofe en el caso de que ni siquiera pasara a la segunda ronda.

De acuerdo con los resultados emitidos y confirmados por la Oficina Nacional de Procesos Electorales, el día 12 de abril, todo parece indicar que el peor escenario fue el que prevaleció, ya que en el conteo de boletas, Lourdes Flores quedo fuera de la segunda ronda, dando paso a que el líder nacionalista Ollanta Humala y el ex mandatario Alan García se disputen la Presidencia en la segunda vuelta electoral que se celebrara el 28 de mayo.

Al conocer estos resultados me surgió una especie de compasión por aquel país, el cual ha luchado por tratar de superar las crisis políticas y económicas en las que se ha visto envuelto constantemente.

No es que considere que Lourdes Flores sea la mejor opción para gobernar al Perú, pero de lo que si estoy seguro es que ni Humala ni Alan García sean las respuestas que ese país necesita en este momento de retos tanto a nivel nacional como internacional.

Estoy intrigado cual será el resultado de la segunda vuelta electoral, pero sobre todo cual será el futuro de aquel país al cual después de haberlo visitado tantas veces le tengo un especial afecto.