MI FIEL ESCUDERO

No se como empezar este articulo, cualquiera diría que es muy fácil hablar acerca de un amigo, eso lo pensé cuando me surgió la idea de escribir sobre uno de mis escuderos de mil batallas y digo uno, porque honestamente y para fortuna mía considero que tengo varios.

Este articulo va dedicado a ese fiel escudero que me acompaño en mil batallas, pero que hoy en día esta luchando su propia batalla a miles de kilómetros de su país. Hermano, eres un ejemplo para todos.

Mi fiel escudero lo conocí desde la primaria, en el Glorioso Instituto México, siempre se destaco por ser un excelente jugador de fut bol, el fue uno de los mejores jugadores que he conocido, tenia una magia en su toque, en su movilidad en la cancha, en sus tiros certeros y en su pasión por el fut bol. Desde siempre engroso las filas de la Selección de fut bol del Instituto México Primaria, Secundaria y del Centro Universitario México, gracias a él nuestro colegio se llevo varios trofeos y copas en distintos torneos.

Mi fiel escudero, es un tipo bastante simpático, muy bohemio, muy autentico, una persona original, que siempre ha visto la vida de forma muy positiva, con amplio criterio y la verdad un tipo bastante aventurero.

Con él tengo miles de recuerdos, entre ellos cuando eran las famosas fiestas de los 15 años, en las que para no variar siempre nos hacíamos presentes sin invitación previa, y degustábamos de buenas cenas y buen alcohol patrocinados por los padres de las festejadas, claro, todo tiene un precio en esta vida y el que nosotros teníamos que pagar era echarnos el famoso baile para abrir pista con la festejada, en donde éramos el punto de atracción de todos los ahí reunidos.

Como olvidar aquellos 15 años de una amiga nuestra que estudiaba en el Miguel Angel que se llevaron a cabo en La Cava (restaurante en el sur del DF), y en la cual a mi me toco hacerla de chambelán, o aquellos 15 años de la amiga de mi hermana Karla, en el que tuvimos que salir corriendo ya que mi fiel escudero había tapado el único baño de la casa donde se llevaba a cabo la fiesta, eso si, no sin antes tomarse las debidas fotos con los abuelitos, los papas y la festejada.

Mi fiel escudero y yo también compartimos muchas experiencias en las playas mexicanas y en los retiros alcohólicos que de vez en cuando hacíamos a Cuernavaca y otros lugares cerca del DF. Fue en uno de esos retiros en donde conocimos a un joven que se iniciaba en el mundo del cine, de nombre Aveliño al que apodamos “el poeta del chupe” ya que nos deleitaba con sus exóticas bebidas que preparaba, asimismo en dicho viaje, recuerdo que el ultimo día no teníamos ni un quinto para regresarnos al DF y tuvimos que pedir dinero a la gente en la Terminal de autobuses para poder pagar nuestros boletos de regreso.

Nuestras experiencias cruzaron fronteras y terminando la Preparatoria, cada uno se fue de viaje al extranjero, yo me fui a Los Angeles y mi fiel escudero se fue con otro gran amigo, Ulises Gómez a “dizque” aprender ingles a St. Louis Missouri. Era tan bueno el ambiente que se habían montado ahí que decidí unirme a ellos.

Missouri, sin lugar a dudas será uno de los mejores viajes que he tenido, ya que lo compartí con dos de mis mejores amigos y fue ahí donde nos sentimos los dueños del mundo.

Ulises y mi fiel escudero vivían dentro de la universidad, en una residencia para estudiantes, ese lugar era un completo desmadre, entre ese par de mexicanos que fueron a revolucionar esa universidad y una legión de españoles que estaban de intercambio, la fiesta nunca terminaba, los botellones (como lo llaman los españoles), se armaban todos los días, la única diferencia es que se iban rotando de cuarto a cuarto. Ahí lográbamos meter a 20 personas en un espacio de 5 X 5 y se armaban unas fiestas de ensueño. Conocimos a grandes leyendas internacionales, como a Iñaki, Charly, Evaristo y una infinidad de gente que nos dejo muy buenos recuerdos.

Nuestro regreso a México, fue majestuoso, nos organizaron una fiesta de bienvenida en mi casa buenísima, donde como de cómo de costumbre se fue la luz. Ahí se dieron cita todos nuestros amigos, y el recibimiento fue como el de unos soldados que hubieran regresado de la batalla.

A partir de ese momento, mi fiel escudero y yo tomamos rumbos diferentes, el se metió a estudiar Ingeniebria Civil y yo me fui a Ciencias Políticas a la Ibero y Ulises a Derecho al ITAM.

Mi fiel escudero siempre se caracterizo por ser un buen estudiante, pero jamás se aparto de las buenas fiestas y borracheras que se armaban, con él fui al concierto de U2 en 1997, en el cual la pasamos increíble, ya que ambos somos fanáticos de dicho grupo irlandés.

Mi fiel escudero y yo siempre jalábamos juntos, íbamos a las fiestas, a los viajes, al cine, compartíamos muchas cosas, a mi me apasiona la política y a él le gusta estar informado de ella, también teníamos nuestras discusiones políticas y yo sinceramente respetaba mucho su opinión siempre objetiva.

En 1999, decidí irme a Canadá a buscar una nueva experiencia de vida, así como también a hacer mi maestría. Jamás me imagine que a partir de ese año nuestras vidas iban a cambiar, yo estuve 6 años en Canadá y él a los tres años de haberme ido decidió irse a España a hacer una especialidad, regreso a México y estuvo trabajando en ASA un año, especializándose en aeropuertos, al año de estar en México, regreso a España a hacer su maestría y al finalizar esta fue al único de toda su generación que le ofrecieron un excelente trabajo como ingeniero en la construcción de uno de los aeropuertos mas importantes en España , el Aeropuerto Don Quijote en Ciudad Real.

Hoy en día estamos lejos, pero al mismo tiempo cerca, tratamos de mantenernos en comunicación constante y saber uno del otro. Hoy mi fiel escudero esta cumpliendo uno de sus sueños, esta viajando por todo el mundo y haciendo lo que le apasiona.

Mi estimado fiel escudero, te felicito por tus logros, por lo que eres y por lo que serás, muy dentro de mi corazón se que jamás volverás a México, pero acá todos siempre pensamos en ti. Enhorabuena, sigue disfrutando la vida como siempre lo has hecho y nunca pierdas esa magia que te caracteriza.